En un fin de semana marcado por la unión de la pasión por la gastronomía y los valores humanos, la Asociación Sendas y el Instituto Cefim llevaron a cabo una travesía transformadora en Copacabana. La iniciativa, realizada los días 18 y 19 de noviembre en este interesante destino de La Paz, Bolivia, tuvo como objetivo principal estrechar lazos y proporcionar experiencias únicas a las alumnas del Cefim.
Once alumnas y varias docentes se sumergieron en una experiencia única al visitar la panadería artesanal de Valeria, beneficiaria del “Conexiones Gastronómicas III”, un programa de capacitación técnica en cocina, pastelería y gestión empresarial dirigido a mujeres emprendedoras, que se encuentra financiado por la Comunidad de Madrid, España.
La visita al horno de la familia López Ramírez, no solo permitió a las participantes aprender técnicas culinarias, sino también proporcionó un vistazo íntimo al corazón de un hogar y negocio dedicados a la panadería. Este fin de semana en Copacabana no fue solo un viaje, sino una travesía que unió a personas a través de la gastronomía y la solidaridad.
El fin de semana incluyó momentos de relajación y diversión en las aguas del lago Titicaca, así como una caminata al Calvario para apreciar la belleza de Copacabana. La noche estuvo marcada por una cena inolvidable y una divertida convivencia alrededor de una fogata, donde se compartieron historias y se fortalecieron los lazos .
El domingo a las 5 de la mañana, el grupo regresó a la panadería para participar en la preparación del pan, guiados por Don Juan, el padre de Valeria. Con paciencia y alegría, explicó el procedimiento y las técnicas para crear el pan característico. La jornada culminó con las estudiantes del Cefim dando forma y horneando el pan hasta mediodía.
La experiencia continuó con un almuerzo en las “Islas Flotantes”, donde la pesca se convirtió en parte integral de la vivencia gastronómica. La visita a la “Playa Blanca” cerró esta aventura enriquecedora, llena de aprendizajes y momentos de conexión entre las alumnas, muchas de las cuales no se conocían previamente.
Sendas y el Instituto CEFIM hicieron posible esta experiencia transformadora, reafirmando su compromiso con la formación integral y la creación de lazos que trascienden las aulas.